Nítido recuerdo de mi muerte;
nido de conejos,
de serpientes, madriguera.
Ojos de carbón: áridos,oscuros;
resplandecientes
deseo inconexo,
ansia inútil de tenerte.
Es un profundo embeleso.
Escucha, del humo, la canción
el ladrido insoportable
de mis manos que no te contienen;
del corazón, el alarido;
del amor, el propio dolor.
Tarde ya para huir,
se me ha trepado el espanto;
me duele pecho,
cabeza,
costilla.
Hoy, no hay canto ni poesía;
sí un espectáculo atroz:
una mujer caída
con quebranto en el corazón.
profundo embeleso
0 comentariosPublicado por Aura Sabina a las 6:21